Cuando hablamos de rosquillas fritas, hablamos de recuerdo. Porque esta es una de esas recetas que se pasan de generación en generación.

Con las rosquillas fritas se nos vienen a nuestra memoria un montón de recuerdos de nuestra niñez. Esta es una recetas que solían preparar las abuelas cuando eramos pequeños.

Cada vez que hago rosquillas me acuerdo de mi abuela y de mi madre cuando, el día antes de la fiesta del pueblo, se ponían hacer los dulces para la familia que venía invitada ese día. Siempre nos dejaban un poco de masa para que nos entretuviéramos haciendo nosotras también rosquillas. Por ahí empezó mi pasión por la cocina. Así que hoy os voy a enseñar a hacer esas rosquillas a las que les tengo tanto cariño.

Ingredientes:

• 2 huevos
• 350 gr de harina (aproximadamente)
• 6 cucharadas de aceite de girasol
• 6 cucharadas de azúcar
• 1 sobre de levadura química o polvos de hornear
• Un chorro de anís
• Aceite para freír
• Azúcar glass para espolvorear

Preparación:

• Primero, en un bol grande echamos los huevos, el aceite de girasol, el anís y el azúcar. Batimos ligeramente.
• Añadimos la harina y la levadura química. Removemos con una cuchara de madera o con una espátula hasta que estén todos los ingredientes integrados.
• Espolvoreamos la mesa con un poco de harina y volcamos la masa.
• Vamos amasando hasta obtener una bola que no se pegue a las manos. Si fuera necesario añadimos un poco más de harina.
• Untamos las manos con un poco de aceite y vamos cogiendo pequeñas porciones de masa. Estiramos haciendo un churro y luego unimos los extremos. Así hasta terminar con la masa.
• Las freímos en una sartén con abundante aceite caliente a fuego medio, en tandas de no más de cuatro o cinco. Dejamos que se doren por un lado y luego por el otro. Las vamos sacando a un plato con papel absorbente
• Cuando estén frías las espolvoreamos con azúcar glass.

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