Receta de San Jacobos de berenjena
Recetas a mano,  Verduras y hortalizas

San Jacobos de berenjena

Los San Jacobos de berenjena son muy faciles, económicos y rápidos de hacer. Son ideales para que los niños coman verdura sin enterarse.

Es una receta muy económica, fácil de hacer y está riquísima. Es ideal para comer como primer plato. Incluso a todos aquellos a los que no les gusten las verduras les encantarán estos San Jacobos de berenjena.

 

La berenjena más común es la de color morado o negra al estar madura, pero existen blanca, púrpura, negra, amarilla y roja o de colores mezclados, sobre todo blanco, negro y morado. Su pulpa es consistente de textura esponjosa, de color blanco. La berenjena tiene el sabor un poco amargo y tiene unas pequeñas semillas de color amarillo, pero para quitarle el amargor se suele dejar reposar con sal espolvoreada. Se puede encontrar todo el año al ser cultivada en épocas de bajas temperaturas en invernadero. Yo las suelo rellenar solo de jamón que puede ser serrano o York y de queso en lonchas. Pero se les puede meter también espinacas, pimientos de piquillo o cambiar el jamón por lacón…

 

Ingredientes:

  • 1 berenjena grande
  • 100 gr de jamón York
  • 100 gr de queso en lonchas
  • 2 huevos batidos
  • Harina de trigo
  • Pan rallado
  • Sal
  • Aceite de oliva

Preparación:

  • Primero, lavamos la berenjena y la cortamos en rodajas como de 1/2 cm de grosor. Desechamos los extremos porque no nos sirven para hacer los San Jacobos.
  • Ahora, salamos las rodajas y las dejamos reposar durante 20 minutos aproximadamente para quitar un poco el amargor. Cuando hayan reposado, lavamos las rodajas de berenjena y las secamos muy bien con papel de cocina.
  • Para formar los San Jacobos, cogemos dos rodajas del mismo tamaño y las rellenamos de jamón y queso, procurando que el relleno no se salga por los lados.
  • Vamos pasando los san jacobos ya formados por harina, huevo batido y pan rallado, en ese orden, procurando que nos quede el rebozado bien consistente y haciendo hincapié en los bordes.
  • Echamos abundante aceite en una sartén y, cuando esté caliente, vamos friéndolos a fuego medio. Cuando estén dorados por un lado les damos la vuelta para que se doren por el otro.
  • Cuando estén dorados, los pasamos a un plato con papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.

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